La paja en el ojo ajeno
no te quería escribir poemas
y me sentaba en el tobogán de la tarde
con mi vida sin sentido
aunque te podrías haber desmayado
con sólo susurrarte una frase verdadera
aunque te estremecías en el silencio
no podía escribirte un poema.
La mayor ironía: rezarle en silencio a un Dios que sostiene nuestra última ración de Fe como un cuchillo para inmolar
esclavos.
no te quería escribir poemas
y me sentaba en el tobogán de la tarde
con mi vida sin sentido
aunque te podrías haber desmayado
con sólo susurrarte una frase verdadera
aunque te estremecías en el silencio
no podía escribirte un poema.
La mayor ironía: rezarle en silencio a un Dios que sostiene nuestra última ración de Fe como un cuchillo para inmolar
esclavos.
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